Movimientos y paros sociales en el Chocó
Marcha contra la Desmembración Foto El Espectador
El primer movimiento social de importancia en el Chocó y particularmente en Quibdó, aconteció en el año de 1954, cuando era Presidente de Colombia el Teniente General del Ejercito (grado que ya no existe) Gustavo Rojas Pinilla, que había ascendido al poder el 13 de junio de 1953, cuando derrocaron al presidente Laureano Gómez Castro, con el auspicio de su copartidario Mariano Ospina Pérez, que contó con la complacencia de los jefes del partido liberal; relevo que fue bien recibido por la comunidad en general, que venían en desacuerdo total con el mandato de Gómez Castro, considerado nefasto para la tranquilidad y seguridad nacional.
El General Rojas Pinilla, no se sabe asesorado por quien, propuso dividir nuestro territorio entre los Departamentos vecinos: Antioquia, Caldas y Valle; bajo el supuesto que esa desmembración mejoraría ostensiblemente las condiciones de vida de los Chocoanos. Por supuesto que la idea de Rojas Pinilla, no fue de buen recibo en el Chocó y por consiguiente hubo un total rechazo a tales pretensiones.
En principio no hubo una organización ni liderazgo alguno en Quibdó para expresar el descontento general de la Chocoanidad, salvo el cabildeo y gestiones diplomáticas de nuestros parlamentarios en Bogotá; pero por otro lado si impactaban en la capital los artículos de prensa pero sin respaldo fotográficos, que enviaba el corresponsal del Diario El Espectador, en Quibdó don Primo Guerrero Córdoba, que daban cuenta supuestamente que el pueblo Chocoano estaba enardecido, casi al punto de la sublevación y dispuesto a separarse definitivamente de Colombia, para unirse a la hermana República de Panamá.
Mientras la calma y pasividad de los Chocoanos continuaba, las corresponsalías diarias de don primo Guerrero al Espectador, eran cada vez más alarmantes indicando que pronto estallaría la revolución en Quibdó; razón por la cual Don Guillermo Cano Isaza Director del diario capitalino envía a Gabriel García Márquez y a un fotógrafo que trabajaban en el mencionado periódico, para que cubrieran el acontecer de la supuesta revolución Chocoana.
García Márquez en un reportaje que publicó en El Espectador, narró como él y el fotógrafo que lo acompañó en su viaje a Quibdó, que acuatizaron en el Puerto Aéreo de Quibdó (En medio del actual edificio de la Gobernación del Chocó y la Universidad Antonio Nariño) que habían llegado en un hidro avión (no existía el Aeropuerto Álvaro Rey Zúñiga, más conocido como “El Caraño” que curiosamente es iniciada su construcción en el Gobierno de Rojas Pinilla). García Márquez expresa en su escrito, que solicita que lo guíen hasta el Parque Centenario, donde se suponía estaba congregada en rebeldía buena parte de la población Quibdoseña, pero estaba vacío, que desconcertado preguntó por la dirección de residencia de Primo Guerrero, se produce el encuentro de los dos y planean hacer manifestaciones de verdad, hacían montajes fotográficos de distintas índoles que se publicaban en Bogotá y así la gente fue tomando conciencia de la importancia de rebelarse y protestar.
Lo cierto es que la comunidad empezó a reunirse, en las horas de la tarde y parte de la noche, donde la audiencia cada vez más todos los días iba creciendo, era una masa sin distingo de partido político, color de piel, credo religioso, hombres, mujeres y buena parte de la juventud, en torno al Parque Centenario y sus alrededores.
El movimiento anti desmembración lo apoyó hasta el Gobernador del Chocó en ese entonces, Luis Alfonso Cano Gutiérrez, Capitán del Ejército y Comandante del Batallón Bomboná, acantonado en Quibdó, en el espacio que hoy ocupa el Mega Colegio.
El Alcalde Mayor de Quibdó, era el Teniente de la Policía Nacional Fabio Londoño Cárdenas Los discursos se pronunciaban en el Balcón de la casa de don Mariano Hormaza, que estaba ubicada en frente de dicho parque en su parte sur, donde hoy se encuentra ubicada la nueva sede del Banco de la República, sitio desde el cual los voluntarios que hacían de oradores se referían a las condiciones de abandono secular del Chocó y principalmente al despropósito del Presidente Rojas en dividir el territorio Chocoano entre los 3 departamentos antes citados. Para aquella época era un niño, sólo me enteraba de lo que estaba sucediendo por referencias que hacían en la casa los mayores, que si participaban en forma activa en el acontecer de la protesta .
Tengo recuerdos claros del paso de los manifestantes cuando transitaban frente a nuestra residencia en la que hoy es la calle 30, con Carrera Segunda por los lados del Parque infantil, hoy Manuel Mosquera Garcés. Los manifestantes salían en las noches con Teas o Antorchas encendidas, hechas en tarros de leche Klim, rellenos con trozos de costal mojados en Kerosene.
La multitud entonaba un himno, alusivo a la desmembración y recuerdo a Teresa Martínez de Varela, al frente de un grupo de adolescentes tocando con unos tarros a manera de banda de guerra, llevando en sus cabezas unos gorros parecidos al que usaban los soldados del ejército de ese tiempo, hechos en papel periódico, entonando el coro del himno, que decía así: “De cada corazón, haced un batallón marchad, marchad, marchad no aceptamos la desmembración” De la autoría del himno, se afirma por unos que lo compuso René Orozco Echeverry y otros el crédito se lo atribuyeron a Teresa Martínez de Varela, Uno de los oradores estrella en las manifestaciones, fue el Dr. Gabriel Meluk Aluma (Mi padrino de bautismo) a quien no le importaba si llovía o tronaba para arengar al pueblo en no claudicar en esa lucha, hasta que el gobierno cesara en su empeño divisorio.
La presión de la gente, el accionar de los dirigentes políticos Chocoanos en Bogotá y los titulares de prensa surtieron efecto y el Gobierno Nacional abandonó la idea de repartir el territorio; hubo jubilo en todo el pueblo Chocoano y promesas de actuar siempre unidos en la defensa de los intereses regionales. Tiempo después le apareció al Dr. Gabriel Meluk Aluma una afección en su garganta que ocasionó su deceso siendo Senador de la República y se especuló por la población, que su patología tuvo como origen los fogosos discursos que pronunció en medio de la lluvia, cuando la fallida desmembración del Chocó.
Movimientos y paros sociales en el Chocó, segunda parte La Minera Chocó Pacífico y sus andanzas por Bebedó
En el mes de noviembre de 1965, cuando era Presidente de Colombia Guillermo león valencia y Ministro de Gobierno el Dr. Pedro Gómez Valderrama, la compañía minera chocó pacifico, incursionó con la draga no. 6 en el Río San Juan, en los alrededores de la población de Bebedó, que para ese entonces era corregimiento del Municipio de Istmina, el accionar de la draga ocasionó un deslizamiento de tierra que de continuar las operaciones de dragado podían poner en peligro y causar daños a la población; que por supuesto de inmediato reportó lo sucedido a la alcaldía de Istmina, que estaba en cabeza del comerciante de origen antioqueño Gustavo Jiménez y al tiempo se desempeñaba como Personero Municipal el señor Oscar (Bulla) Perea Ibarguen, quienes otorgaron poder especial al Dr. Ramón Lozano Garcés, para que éste, en representación del municipio adelantara todas las gestiones administrativas, judiciales a que hubiere lugar para impedir daño a la población Bebedoseña, por las actuaciones de la Minera Chocó Pacifico.
Las autoridades de Istmina previa inspección ocular, cuantificaron los daños en la suma de Cuatrocientos Mil PESOS ($400.000) debido a que se perdieron cultivos de palmas de coco, árboles frutales y destrucción de la capa vegetal ; se dispuso como medida cautelar un Status quo y por ende quedaron suspendidas las maniobras de dragado, hasta tanto las autoridades competentes intervinieran y decidieran en derecho sobre los perjuicios causados a los habitantes de la población de Bebedó.
El Ministerio de Minas envió una comisión desde Bogotá y con ella vino el abogado de la Compañía Minera, Juan Manuel Arbeláez que de quien se supo, se desenvolvía como pez en el agua en los círculos sociales y políticos de la capital, quien apeló ante la Gobernación del Chocó, la medida de suspensión de actividades de la draga No 6. Entre tanto la Junta de Acción Comunal de Bebedó organizó a la comunidad para estar alerta en defensa del territorio y sus intereses comunes, de igual manera lo hizo así la población de Istmina. La mencionada comisión al rendir su informe conceptuó que no se habían presentado daños graves, pero que era menester ejecutar obras de defensa para evitar nuevos deslizamientos. Se convino que la Compañía constituyera una fianza para garantizar el pago de los daños.
Pero por su parte el Ministerio de Gobierno envió otra comisión integrada por funcionarios de ese despacho, presidida por un señor de nombre Mario Camacho, quienes no sólo viajaron en la avioneta dispuesta por la Compañía Minera, sino que se alojaron en su campamento. Con base en el informe rendido por la nueva comisión el Ministro de Gobierno en varias oportunidades llamó al Gobernador (E) Dr. Eladio Enrique Martínez Chaverra, presionándolo para que revocara la medida impuesta por el Alcalde de Istmina, a lo que no accedió Martínez Chaverra; razón por la cual el ministro directamente impartió instrucciones a la Chocó Pacífico para que pusiera en funcionamiento la draga.
La determinación del Ministro de Gobierno provocó que la comunidad se alborotara y se produjera la valerosa renuncia del Gobernador del Chocó, que en uno de su párrafos decía: “ Ante la insólita e injurídica orden del gobierno nacional de poner en funcionamiento la mencionada draga que está ocasionando serios y graves perjuicios al paraje denominado Bebedó, jurisdicción del Municipio de Istmina y a sus humildes moradores, creo que se ha pretermitido el trámite legal en esta materia y no puedo compartir ese criterio.
Mi dignidad de Chocoano y apasionado amante de esta tierra me impone el deber de renunciar a la gobernación del Chocó, que ejerzo en calidad de encargado para dejarle la libertad de escoger su representante seccional. Quiero dejar constancia ante la historia que he mirado con perplejidad este hecho que supedita intereses particulares extranjeros a los inalienables intereses de la comunidad Chocoana” La renuncia del Gobernador trajo consigo la conformación del “Comité de Salvación Pública del Chocó”, que fue liderado por el Dr. Ramón Lozano Garcés, Joaquín Rodríguez Asprilla y Guido Perea Mosquera, entre otros. A dicho comité se unió la Cámara de Comercio de Quibdó y la Cámara Junior Capitulo de Quibdó.
Según un boletín informativo que circuló en Quibdó, fechado el 17 de diciembre de 1965, se puso en conocimiento que en el Despacho de la Gobernación del Chocó, a las doce de ese día se había llegado a un Acuerdo Patriótico entre el Gobernador del Departamento, el Comandante de la Policía Nacional, la Cámara Junior y el Comité de Salvación Pública del Chocó, que tenía los siguientes puntos: 1.La policía seguiría prestando servicio normal de vigilancia, tal como lo hizo en el días de ayer y y continuará acuartelada.2-El comercio mediante acuerdo entre sus miembros colaborará en el éxito del paro, trabajando medo día y cerrando medio día. 3-Los empleados públicos podrán trabajar medio día y quedarán libres el otro medio día para sumarse al paro.4-Habrá libertad absoluta para transporte terrestre y fluvial.5-El paro cívico deberá continuarse tal como se inició, en forma pacífica, ordenada y completa bajo la responsabilidad de los dirigentes para evitar atropellos y desmanes a las personas y a los bienes.
El Paro Cívico fue levantado en forma posterior, bajo las siguientes condiciones aceptadas por la Minera Chocó Pacífico: 1-Pago total al Municipio de Istmina de los perjuicios causados por el dragado en cercanías de la población de Bebedó. 2-Prohibición de dragar la población de Nóvita.3- Prohibición de dragar las demás poblaciones del Chocó.4-Provisión permanente de energía eléctrica en la poblaciones en donde el laboreo con dragas se haga necesario.5-Prohibición de levantar las construcciones que se hagan en los sitios en donde trabaje la Compañía Minera, en ejecución de los contratos de concesión.
Al Doctor Eladio Enrique Martínez le fue aceptada la renuncia y fue relevado por el Dr. Olmedo Paz Perea.
Movimientos y paros sociales en el Chocó - III parte Tercera parte de antecedentes del paro cívico de 1967 por agua y luz
Para la reunión del Gobernador del Chocó Dr. Ramón Mosquera Rivas, con el señor Presidente de la República, Dr. Carlos Lleras Restrepo, con el objetivo de conjurar el anunciado paro cívico, viajaron a la ciudad de Bogotá los reconocidos comerciantes Epifanio Álvarez Caraballo y Juan Carrasco poso (Juancho Carrasco) pero los interesados en que se dieran las protestas de los estudiantes, independientemente de lo que se acordara en la ciudad capital, instaron a aquellos para que salieran a las calles en señal de protesta por falta de agua y luz. Los promotores del para cívico además de convocar a reuniones en el Colegio Carrasquilla, extendieron invitaciones a los estudiantes de los otros establecimientos de enseñanza secundarias, quienes en reunión celebrada en el Hotel de Turismo de Quibdó el día 17 agosto de 1967 a las 8: P.M conformaron una junta directiva, que se integró de la siguiente manera: Eliécer Ríos Guevara, estudiante del Carrasquilla, Ismail Palacios, Normal de Varones, Sarita Lemus M. Liceo de Bachillerato, Ifigenia Perea Chalá, Instituto Pedagógico, Margot Arce, Colegio de La Presentación, Carlos Darío Valencia, Escuela Industrial.
Si bien eran más que justas las reclamaciones de la ciudadanía de Quibdó, en procura que se resolvieran los problemas de suministro de agua y luz como también las obras de reconstrucción de Quibdó, que era una responsabilidad directa del Gobierno Nacional, fue evidente que más pesaban las circunstancias políticas en contra del Gobierno del Dr. Ramón Mosquera Rivas, que según reportes de inteligencia de la Policía Nacional y del DAS señalaban como promotores de las protestas a reconocidos militantes políticos y funcionarios públicos con cierto grado aceptación en la comunidad. Los opositores al gobierno seccional, culpaban al Dr. Mosquera Rivas de ser el causante de la ruina de larga data del fisco departamental y hasta del incendio de Quibdó; cuando de todos era conocido que el Gobernador había tomado posesión del cargo, el año inmediatamente anterior y por ello mal podía ser el causante del mal estado de las finanzas del Departamento y además era una irresponsabilidad en grado sumo achacarle al gobernador ser el causante del incendio, de la capital Chocoana; ya que de todos era sabido que el incendio de Quibdó fue una situación fortuita con ocasión de un corto circuito en el negocio del conocido comerciante Crescencio Maturana.
Según el mencionado informe de inteligencia, quienes estaban al frente de la abierta oposición, al gobernador figuraban Bernardo González Vélez, Gerente de la Electrificadora del Chocó, Mario Rivera, Jefe de Personal de la misma empresa, Régulo Galofre, Pagador del Distrito de Obras Públicas y Víctor Hugo Lozano, entre otros. El día 18 de agosto el grueso del estudiantado salió a las calles de Quibdó, gritando consignas en contra de la administración departamental y exigiendo agua y luz, sin que se presentaran incidentes de confrontación con las fuerzan del orden.

Incendio de Quibdó origino el paro de
1967por agua y luz
Terminada la marcha los estudiantes acordaron reunirse a las 7 de la noche en el Colegio Carrasquilla donde se determinó que el cese de actividades duraría 32 horas y se comisionó a los estudiantes Lorenzo Murillo, Sócrates Cortés y Darío Valencia, para situarse a la entrada de los diferentes establecimientos educativos e impedir a los alumnos el acceso o ingreso a los colegios y se acordó también que para el día 22 de ese mes saldrían nuevamente a las calles, que desarrollarían algunas actividades especiales de mayor impacto para hacerse sentir.
El día 22 de agosto los estudiantes se dividieron en grupos para ubicarse en puntos claves de la ciudad, para bloquear las vías con palos y montones de piedra y otros objetos. Vale anotar que Quibdó si bien en los años 30 tuvo pavimento en las principales calles, para la época del paro, el paso del tiempo había deterioró totalmente el pavimento; razón por la cual las piedras fueron los proyectiles utilizados por los estudiantes en sus confrontaciones contra la fuerza pública, que no utilizaba como hoy día, cascos especiales, escudos protectores, y otros elementos disuasivos contra los manifestantes; pero si utilizaban gases lacrimógenos y balas de verdad.
Un grupo de manifestantes se dirigió al Aeropuerto, con la intensión de quemar llantas en la pista para inutilizarla y evitar así el aterrizaje de aviones de la fuerza Aérea transportando tropas, en esa acción fueron capturados dos estudiantes de la Escuela Industrial, también fueron capturados dos trabajadores de la Electrificadora del Chocó, que atendiendo órdenes del Gerente Bernardo González Vélez, estaban cortando los cables que suministraban la energía a loa equipos receptores y transmisores de Telecom para dejar incomunicada a Quibdó, de tal manera que no hubiera conectividad para pedir refuerzos de tropas.
Entre los enfrentamientos de los estudiantes con la policía, vale mencionar el que se presentó en la Carrera 1ª. en las inmediaciones de la Casa Cural o Convento de los Curas, que anexo tenía un apartamento que era un objetivo predeterminado de los manifestantes; puesto que allí vivía el profesor Fabián Sáenz, sobrino del Obispo Pedro Grau y Arola, que estaba casado con la Ginecóloga Virginia Mosquera Torres, hija del Dr. Ramón Mosquera Rivas, quien también residía en dicho apartamento, pero que para esa fecha, como anoté anteriormente se encontraba en la Ciudad de Bogotá, adelantando gestiones donde el Presidente de la República. Un pelotón de la policía se ubicó en las afueras del citado Convento y aproximadamente a las 11:20 A.M. aparecieron los manifestantes que se ubicaron a cierta distancia de los policías, conde colocaron una barricada con trozas de madera (polines) para resguardarse y lanzar piedras desde allí a los agentes del orden que respondieron con tiros al aire para dispersarlos, pero no obstante los manifestantes como respuesta arreciaron las pedreas y alguien disparó contra los manifestantes causándole herida y posterior muerte al estudiante Francisco Cuesta Bejarano.
Lo ocurrido al estudiante Cuesta Bejarano, exacerbó los ánimos de los manifestantes que arremetieron contra la fuerza pública y lograron que se replegara en el cuartel de la policía, situación que aprovecharon los estudiantes para tomarse por asalto la residencia del Profesor Sáenz y del señor Gobernador, porque entre los manifestantes corrió la voz que del apartamento habían estado disparando contra la multitud y que de allí había salido el proyectil que había segado la vida del mencionado estudiante. Como quiera que la puerta de ingreso al apartamento del señor Sáenz era metálica, los manifestantes trajeron un polín de los que estaban en la barricada y a manera de un ariete, lograron derribar la puerta e ingresar al apartamento irrumpió un buen número de estudiantes que lograron alcanzar al profesor subiendo la escalera que comunicaba al segundo piso donde lo alcanzaron agredieron fuertemente hasta ensangrentarle la cara y de un raponazo lo despojaron de su reloj.
Los enardecidos estudiantes vociferaban que había que sacar a la calle al profesor Fabián para lincharlo, pero por fortuna un agente del Das, distinguido con la Placa 2587, logró ingresar a la vivienda e inició un trabajo de persuasión a la turba, lo que los distrajo un poco, momentos que aprovechó el profesor Sáenz para refugiarse en el baño de la vivienda y es en ese instante que aparece providencialmente Pedro Abdo García, quien increpó a los estudiantes y los llamó a la calma. En las afuera de la mencionada residencia, alertaron a los que estaban en el interior del apartamento, que venía la policía con más refuerzos, muchos se dispersaron, pero 4 de ellos se rezagaron y fueron capturados dentro de la residencia, a saber: Antonio Hinestroza, Armando Mosquera Aguilar, otro de nombre Enrique y el último capturado era conocido con el apodado de Elúa.
En otros hechos en la misma fecha, en que los estudiantes tuvieron enfrentamientos con la fuerza pública, lamentablemente perdieron la vida el profesor Luis Tercero Lemus Maturana y el señor Filiberto Córdoba Padilla de profesión ebanista.
Es oportuno precisar que de las autopsias realizada a los cadáveres de la personas antes mencionadas, los resultados tuvieron como elemento en común que el tipo de los proyectiles que causaron sus muertes, eran provenientes de las armas que en ese entonces utilizaba la fuerza pública. De otra parte vale anotar, que también tuvieron protagonismo en el movimiento estudiantil: Eliecer Ríos Guevara, Lorenzo Murillo, Juan de Dios Murillo, Wladimir Isaac Yugqui Asprilla, Emilton Londoño Ríos (Chandú) Sócrates Cortez, Iván Jacob González, Ariel Garcés Castrillón, Margarita Hurtado, Efraín Arriaga, Alfonso Chaverra, Eutiquio Murillo Armando Mena, Efraín López, Luis A. López, David Osorio Dualiby, Luis González y Adriana Pineda, entre otros.
En los enfrentamientos, por parte de los estudiantes, resultaron heridos: Vianney Sarria Palacios, Amancio Mosquera Palacios, Jesús Cuesta, Francisco Ramírez, Ernesto Parra Lenis, Florentino Córdoba y Santiago Peña, en la fuerza pública, entre oficiales, suboficiales y agentes, resultaron 13 de ellos lesionados. También hubo otro tanto de estudiantes detenidos.
Cabe destacar que el día 22 de agosto, llegó procedente de Bogotá el escritor Chocoano Arnoldo Palacios, en compañía de una pareja de franceses, que estuvieron tomando fotografías durante los enfrentamientos entre estudiantes y policías; por ello y porque le precedía una fama de ser supuestamente militante del partido comunista, según una publicación del diario El Tiempo, fue investigado por los agentes del Das, sin que se pudiera probar conexión entre él y la actuación de los estudiantes.
Se debe reseñar que en el Gobierno de Carlos Lleras Restrepo, como resultado el paro cívico, además de la puesta en funcionamiento de las oficinas para la remodelación de Quibdó, a cargo del Ingeniero Álvaro Peñuela, se tuvo la presencia de la draga proveniente de Barranquilla, para el relleno de calles, apertura de nuevas vías como la Calle Los Robles, nuevos barrios como Kennedy y San Vicente, conocido antes como “Pueblo mugre” con unas pocas casas palafíticas, también la interconexión eléctrica con el resto del país que después inauguró el Presidente Pastrana.
En 1972 el Presidente Lleras y como parte de la remodelación de Quibdó, dispuso la instalación de la Oficina del Instituto de Crédito Territorial, teniendo al frente al Arquitecto Luis Enrique Reyes, que dio impulso a la continuidad y desarrollo de la urbanización del Niño Jesús con la construcción (en tres etapas) de 120 viviendas incluido el parque comunal; como también cerca de la plaza de mercado la edificación para el Idema.
Antes del incendio el barrio Niño Jesús, contaba con unas pocas casas sin acabados, deshabitadas y algunas sin instalaciones de servicios Posterior al paro cívico de 1967, hemos tenido otros movimientos de reivindicación de derechos para la comunidad, inclusive con pérdida de vida humana como la de Hamlet Bechara Cuesta, en el paro 1987, y a pesar de ellos, seguimos con problemas que no se compadecen con una ciudad capital de Departamento, tales como el del agua, que aún se suministra el servicio con racionamiento durante el día; con el servicio de alcantarillado es del caso indicar, que éste, no se ha podido normalizar, no obstante que décadas atrás se han aprobado partidas desde el nivel central, se han celebrado múltiples contratos y en la actualidad tenemos un sin número de calles destapadas por cuenta de cinco contratistas y los avances no se observan por ninguna parte.
En lo que se refiere a la energía eléctrica, cabe asimismo advertir que estamos ad portas a regresar a la época de las tinieblas; recuerden que la interconexión se inauguró en 1972, lo que de suyo indica, que las redes que conducen la energía, ameritan urgentemente cambio, pero para adelantar esos trabajos hay un escollo por parte de ciertas comunidades indígenas , que hace unos 10 años no se encontraban como ahora apostadas en la carretera que conduce de Quibdó a Medellín, y por ese hecho esas comunidades se consideran dueñas de la tierra y exigen altas sumas de dinero como compensación para la instalación de nuevas torres y el cableado de conducción de energía.
Verdad que el Chocó es de malas …tantos paros y tanto joderse pa´ nada
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