Víctor Guillermo Dueñas Porras, compositor, músico y deportista aquilatado
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Víctor Guillermo Dueñas Porras, conocido entre sus familiares y amigos como “ Viguidú ” nació en Quibdó un 5 de noviembre de 1925, en la casa materna que quedaba ubicada en la callecita que queda en la parte posterior de la Catedral de San Francisco de Asís, en medio de la Carrera 1ª y 2ª en el Barrio Roma. Sus padres fueron Jesús Antonio Dueñas Casas y Camila Porras Caicedo, era el menor y único varón de los hijos de Camila Porras; posterior a Esperanza, Mercedes. Magdalena (Mangú) y Josefina (Chepa).
Por las venas de Víctor Dueñas corría el ADN de la música, no en vano figuraban entre sus familiares cercanos, don Isacio Caicedo Blandón, reconocido Clarinetista y Aarón Casas Guerrero, quien interpretaba tanto el violín como el Bombardino; confirmándose que el arte y la música, no surgen en el ser humano por generación espontánea, sino que detrás de cada artista, o deportista; siempre está presente un antepasado que marcó la pauta en esas disciplinas.
Vale anotar que un 4 de abril de 1918, nació en Quibdó Marcelino Caicedo Martínez,quien fuera el mentor y formador de Víctor Dueñas en la ejecución de la guitarra, por ello considero pertinente narrar algo de la vida de dicho personaje. Marcelino, a temprana edad se trasladó a Riosucio-chocó, al lado de su padre Manuel Caicedo, apodado como “Machina”, en razón a que era el mecánico jefe, del ingenio azucarero que funcionó en Sautatá (bajo Atrato) de propiedad de la firma Abuchar & Meluk.


Marcelino siendo un adolecente, a hurtadillas practicaba la guitarra con cubanos que llegaron a trabajar en el ingenio azucarero, dado que su padre se oponía abiertamente a que aprendiera a tocar el instrumento; porque supuestamente no estudiaría; sino que terminaría en un músico cualquiera, o en un simple serenatero y de allí en borrachín.
Una noche cualquiera en un fin de semana, transitando por las calles de Riosucio, el viejo “Machina” observa que hay una casa abarrotada de público, y desde el fondo se escuchaban acordes de guitarra que tenía extasiados a los espectadores, lo que le llamó seriamente la atención y curiosidad, razón por la cual “Machina” no se aguantó las ganas y entró al lugar y para su sorpresa, quien interpretaba magistralmente la guitarra era su hijo Marcelino. Terminada la pieza musical “Machina” se abrió paso y con lágrimas en sus ojos,emocionado abrazó a su hijo, no sin antes instarlo a que siguiera practicando y ejecutando la guitarra.
Con el paso de los años, Marcelino llega a Quibdó, donde entabla una relación amorosa formal con Merceditas Díaz, hija de Mercedes, una de las hermanas de Víctor, se unen en matrimonio, de esas nupcias nacen: Marcelino, William y Alejandro. De los tres, queda vivo William, reside en Cartagena, pensionado de la Armada Nacional, con quien llevo una relación de amistad. A Marcelino Caicedo, señora e hijos, los conocí de niño, cuando vivieron en Quibdó, en la Carrera 5ª con Calle 30, en una propiedad de la Familia Martínez Chaverra.
Víctor Dueñas en su etapa de adolescente en 1942, es enviado a Istmina, con el propósito de estudiar mecánica automotriz en la Escuela de Artes y Oficios de esa población, que iniciaba con su labor educativa en artes como la ebanistería, sastrería metalmecánica, mecánica automotriz. Para aquella época, aún no existía en Quibdó, la Escuela Media de Artes y Oficios, Mariano Ospina Rodríguez, que sólo abre sus puertas a la educación en el año de 1950.
Ya en Istmina, Víctor Dueñas entabla relación de amistad con Gastón Guerrero, quien a posteriori fue cantante, guitarrista y Director del famoso Trío Los Isleños; también con otros personajes inclusive mayores que él, que tocaban guitarra, cantaban y/o componían canciones, con quienes alternaba en tertulias musicales, entre los cuales figuraba su compañero de aula Franklin Eladio Blandón Serna, más conocido como “Quiquí Blandón”,también era de ese grupo, Ignacio “Chagualo” Hinestroza, era un guitarrista en ciernes,que con el paso del tiempo, se convirtió en Director del otrora reconocido Trio Montecarlo, de la Ciudad de Cali.
Víctor Dueñas después de vivir varios años en Istmina, es enviado por su familia a la Ciudad de Medellín, a continuar sus estudios en la especialidad de mecánica industrial en el centro de formación que hoy se denomina Institución Universitaria Pascual Bravo.
Culminado sus estudios, Víctor a su regreso a Quibdó, no pudo ejercer su profesión;habida consideración a que en nuestro medio no se contaba con grandes fábricas o empresas industriales, que permitieran su accionar.

Por lo anterior le tocó a Víctor Dueñas, trabajar como servidor público, en actividades técnico contables, donde su experiencia amplia de muchos años le sirvió para que una vez reglamentada la profesión del contador público, mediante el Decreto Legislativo2373, de 1956, fuera certificado como Contador Público Juramentado, por la Junta Central de Contadores de Colombia.
“ Viguidú ” alternaba su actividad laboral con la música, el fútbol y el basquetbol, que lo apasionaban enormemente. Con sus amigos de tertulias musicales organizó un grupo que se denominó “Conjunto Musical la Timba” que interpretaban géneros musicales diversos,tales como boleros, composiciones regionales, guarachas y sones cubanos, con mucho profesionalismo y calidad nítida, razón por la cual rápidamente ganaron fama bien merecida en Quibdó, de tal forma que su presencia era requerida para animar fiestas de matrimonio, reuniones sociales y actos de carácter oficial organizados por las autoridades locales. La fama de La Timba, trascendió de tal manera, que inclusive fue invitada a tocar en Turbo, donde pasaron una larga temporada, amenizando a la población.
Fueron fundadores de la Timba, con Víctor a la cabeza como su Director, los siguientes guitarristas acompañantes: Luis Rentería (Cayayo) Francisco (Pacho) García Rodríguez y Rafael Baldrich Andrade, la tumbadora la tocaba Euclides Pacheco, los timbales Vistinio (Papito) Asprilla Paz, las maracas Euclides Lozano Lemus, y se alternaba con Gabriel Valencia Conto, los vocalistas fueron Jorge E. (Papito) Dueñas y Oscar Coutin Garrido (Oscug). Ocasionalmente se unió a la agrupación como clarinetista, Armando Murillo Mena.
Quibdó 12 de marzo de 2025
Víctor Dueñas, compositor, músico y deportista aquilatado. Por: Américo Murillo Londoño-Mis Memorias(II Parte)
Asimismo Víctor Dueñas, como guitarrista tuvo figuración en el primer largometraje que se rodó en Quibdó en el año de 1963, “Tierra Amarga”, dirigida por el Cubano Roberto Ochoa, con guion de Manuel Zapata Olivella, que pretendía mostrar la explotación minera en el Chocó. El contenido de dicha cinta fue objeto de muchas críticas por parte de un gran sector de la población, por mostrar un modo de vivir y costumbres del Chocó, muy alejadas de la realidad.
Víctor Dueñas no se limitó a tocar la guitarra, sino que fue un prolífico compositor de guarachas, entre las cuales figura “Quibdó en verano”, ritmos regionales como “El Chingo” y boleros de un contenido sentimental casi que poéticos, como Ven, Testigo de amor, Muchachita loca, que si bien, no trascendieron tanto en lo público, fueron siempre cantadas o interpretadas por sus amigos de tertulias musicales, de los cuales solamente está vigente Carlos Rengifo Machado, quien fue uno de sus apreciados discípulos. Es preciso anotar que el tema” Muchachita Loca”, figura en un trabajo de larga duración grabado por el Trío Montecarlo.

VEN
Te fuiste cuando
Cuando menos lo esperaba
Cuando más yo te quería
Y que más necesitaba de tu amor
La incertidumbre me agobia
Y el dolor el dolor me está matando sin piedad
Siento que en mi soledad tú me acompañas
Pero yo moriré de esperar…
MUCHACHITA LOCA
Muchachita loca te he visto en mis sueños
Sonriente llegar a quitar
El velo de mis tristes noches
Muchachita loca
Fuente de mi ensueño
Quien pudiera hacerte suya
solamente y de ti ser dueño…
EL CHINGO
Yo tenía un chingo de cedro Andaguedeño
Me lo hizo un cholo en el Río Munguidó
No era muy grande tampoco era pequeño

Pero en mi tierra no había otro mejor
Pero paso que un día se rompió con una punta de palo que le dio
Allí acabó mi chingo ay por Dios
Que en todas estas orillas fue el mejor…
De otra parte vale destacar que ”Viguidú” fue un deportista, que en estos tiempos se podría catalogar como de alto rendimiento, fue integrante en varios torneos de la selección Chocó de basquetbol, como en Cali en 1950. También representó al Chocó en el futbol aficionado (Anteriormente se decía Amateur) en 1951, 1952, 1956, como lo acredita la medallería que se muestra en foto. Tuvo el honor de ser entrenador de la Liga de Fútbol del Chocó en 1970. Quizá fue Víctor Dueñas el primer futbolista Chocoano, que tuvo fundamentos del fútbol, inculcados por el técnico Argentino Alfredo Paternóster, cuando estudió en Pascual Bravo, en la ciudad de Medellín; por ello se explicaba su técnica en conducir el balón, pasarlo al compañero, tirar al arco, cabecear, driblar, parar el esférico con el pecho, etc. Vale anotar, que Paternóster fue el Técnico con el cual Atlético Nacional de Medellín, consiguió su primer título profesional en el futbol Colombiano.
Fue muy diciente, que “Viguidú” sin haber cumplido 16 años de edad, en 1941, hubiera sido integrante de la selección de futbol Amateur en Bucaramanga, tal como lo muestra la siguiente foto

Tuve la oportunidad de conocer y tratar a Víctor Dueñas, en mi época de estudiante universitario, a través de mi amigo y pariente Nelson Murillo, quien trabajaba en la Electrificadora del Chocó, donde Víctor se desempeñaba como Revisor Fiscal, cargo en el cual se jubiló. Nelson me llevó por primera vez al punto de encuentro para las guitarreadas en el Barrio Niño Jesús, en una tienda ubicada al lado del centro de salud, frente a la casa de la Cruz Teodora Denis. La propietaria del negocio se llamaba Ángela Calle.

En Frente de la tienda había un piso de concreto, donde generalmente concurríamos, a manera de ejemplo: Oscar Couttin Garrido (Oscug) Alberto Rengifo (Chuculí) Euclides Pacheco, Quiqui Blandón, Lubin Torres, Armando Torres, Augusto Lozano, Gerardo Rendón, Nelson Murillo, William Bechara Mendoza, Manuel Santacoloma (Manemane) Carlos Bechara (Malimeño) Moisés Mosquera y Medardo Gutiérrez.
Víctor fue un hombre apasionado por la lectura, desde enciclopedias, la revistas Life, Cromos, Selecciones del Reader’s Digest ,Vea, Condorito y otras. De allí la forma de expresarse en cualquier tipo de reunión. Víctor era además un hombre servicial con quien necesitara de su ayuda, tenía un crédito abierto en la reconocida tienda del Barrio Niño Jesús, denominada La Pradera, en donde le suministraban productos de la canasta familiar, a quienes por no tener que comer lo buscaban para pedirle ayuda. Había en esos tiempos una frase muy coloquial, utilizada por los mayores: “Tengo a Marco montado en el fogón”; ello significaba que en la casa había carencia absoluta de comestibles.
Contrajo matrimonio con Filomena Cañadas Moreno, de cuya unión nacieron: Camila del Socorro, Martha Lucía, Elvis Antonio, Maristela y Mirtha. Fue el padre de Víctor Hernán (Vitucho) Dueñas Córdoba, Victoria, Carlos y Silvio Dueñas Flores, como también de Tania Dueñas Ayala.

Víctor falleció en Quibdó, un 19 de septiembre de 1991, su velorio y sepelio fueron muy concurridos por cierto, y el día de su última novena como homenaje póstumo, le dieron una serenata muy sentida, se interpretaron sus composiciones musicales y allí estuvieron presentes, que recuerde entre otros, al Dr. Armando Torres, el profesor Armando Valencia, Manemane y Gerardo Rendón.
Quibdó, abril 5 de 2025
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones

Comentarios
Publicar un comentario